lunes, 22 de octubre de 2012

Aquellas familias numerosas...

Pertenezco a una familia de siete hermanos...Yo, la penúltima....
Cuando escucho quejarse a alguna mamá joven, de lo estresante que es llevar adelante una casa con dos niños pequeños, la compra, la limpieza, el colegio, la ropa...me acuerdo de mis hermanos y de mi misma, cuando éramos pequeños. Mi madre no disponía  de tiempo para sí misma... yo, a la vuelta de la escuela, con la merienda en la mano (pan y chocolate), salía a jugar como un animalito al que se abre la jaula...Mis hermanas mayores, cosian, bordaban...por las mañanas, la casa era un trajín constante. Mi madre y mis hermanas limpiaban, cocinaban, lavaban, planchaban...en un ambiente alegre, dónde la copla, era la reina.... una algarabía de Marifé de Triana, Juanita Reina, Lola Flores...todas a la vez. Siempre estaba todo recogido y limpio. Las tareas se repartían de forma natural, y al gusto de todas. Las tardes, a la vuelta de la escuela primero, y del instituto después, eran de lo más divertidas...En verano, a la calle al fresco...en invierno, alrededor del braserito, con el parchís, la oca, las cartas...De los siete hermanos, el mayor de los chicos, era un tramposo de mucho cuidao...le daba igual que lo pillaran en sus trampas...le daba la risa tonta cuando lo pillábamos, y al final, aquello era un desmadre. Jugábamos con garbanzos, y su lado de la mesa estaba siempre lleno...!Que nostalgia...¡ no había tiempo para el aburrimiento, no se oía en boca de ningún niño/a, la dichosa palabrita; no queríamos recogernos. Las madres, al más puro estilo "Moranco", salían a las puertas a llamarnos: !Sole¡...o Conchi, o Pepi, o Juanito...entonces no había Jhonatan, Christian, Lidia, Jennifer...Caíamos rendidos de sueño, antes de llegar a la cama...ni tele ni tela, ni play-station ni puñetas, sin ordenadores...
Los niños/as, disculpénme los defensores de las nuevas tecnologías, éramos más felices. Pasabamos de la niñez a la adolescencia sin tanto trauma ni problemas psicológicos. Un buen día a la niña le venía su primera regla, y empezaba su vida adolescente, de mocita, que se decía en Andalucía...empezaba el tonteo casi siempre en el instituto, con compañeros de clase...era tan bonita y nueva esa sensación de "gustarle" a alguien...las notitas en los recreos, las miradas que igual hacian sonrojarse al chico que a la chica...¿Dónde ha quedado esa hermosa forma de conocerse ...?
Y, los chicos...Tengo dos hermanos mayores que yo, y recordándolo ahora, me estoy riendo...era para verlos, cuando empezaban a querer ir de "gallitos"...Mis hermanas, les tomaban el pelo a base de bien..."¿Dónde vas con tanta colonia, que la vas a marear...¡¡"
Siento verdadera tristeza al ver lo poco que nuestra juventud actual respeta y se respeta, en el noble arte de la seducción...es un aquí te pillo, aquí te mato...Tampoco es que haya que ir al otro extremo a cantar "Amo a Laura..." pero, !jolín¡ debe haber un término medio...

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